Paseando ayer por un Lalarri espectacular, entre los sonidos roncos de las cascadas de agua, los truenos sordos de las avalanchas que caían desde Esparrets o el Zucón,y los cantos de los acentores y collalbas solo acallados por el pitido alarmado de las abundantes marmotas,había un sonido diferente, de ternura, de absoluta tranquilidad.
Era el suave ronquido de un potrillo chitado sobre la verde tasca.
Parecía un abrazable peluche hasta que con mi presencia lo desperté. Perdón......
¡¡¡¡Como está el monte!!!!
Saludos. Kike.
Bellísimo día con un gran profesional de las montañas! Un beso muy grande. Laura
ResponderEliminarLo mejor del dia, la compañia. Besos gordos. Kike.
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