Una mañana te da por levantarte un poco antes que otros días y te vas a pasear entre fríos y escarchas de aire limpio.
Cuando sales de la umbría y de repente te da en la cara este Sol tan de Sobrarbe, te das cuenta que ha merecido la pena el madrugón .
Si encima estás en el tozal de Guaso, al lado del esconjuradero, pisando suelo crujiente, para que quieres más.
Hacerlo. Merece la pena.
Saludos. Kike.
No hay comentarios:
Publicar un comentario