Vivimos en una comarca privilegiada. Mucha gente de centro-Europa viene solo por verlos, casi por sentirlos, pues hace tiempo ya que no vuelan por sus cielos. Ver , y aun más, oir al cluxigüesos pasar por encima tuyo, pone los pelos de punta, si es que tienes sangre en las venas. El silbido del aire, entre sus plumas aceradas, hipnotiza. Su ojo rojo mirandote de frente te dice que todavía es libre.
A este de la foto aun le queda bastante para ser adulto, pero el poderío del Pirineo lo lleva en el brillo de sus plumas.
PD: La foto la hizo el otro dia mi amigo Alberto. Si quereís ver más fotos alucinantes entrad en su página: www.viajes desorganizados.com y flipareís.
Saludos. Kike
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