La imagen que os envio me parece preciosa, ya no por sus colores, que son alucinantes, si no porque cuando veo como la naturaleza es capaz de subsistir a los elementos durante tanto tiempo, sin ser piedra, y aun estando muerta, me doy cuenta de que la vida es mas de lo que nos parece. Esta toza, aparte de ser morada de muchas vidas en su interior, te hace pararte a su lado y sentir lo que fué y lo que aún es. El latido del Pirineo está en ella. Y si no pasa ninguna desgracia, cuando ya no estemos ninguno de nosotros, su muerte seguira viviendo.
Saludos. Kike
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