lunes, 9 de febrero de 2015

Hojaldre geológico

    Cuando no tienes paladar, cualquier cosa que comas te vale. Un pastel te lo puedes comer de un bocado sin ni siquiera apreciar su textura.
     Pero cuando aprendes a diferenciar los sabores, los olores y el crujiente de un buen hojaldre, es verdaderamente una delicia disfrutarlo.
   El aprender y observar vale para todo.
  Inmerso en un curso de geologia de nuestro Geoparque de Sobrarbe, estoy aprendiendo a degustar los estratos, sus pliegues, sus amontonamientos caprichosos.
  Es un placer poder mirar el paisaje y comunicarte con él.
  Te hace ser un poquito más parte del todo.
   Te hace ser mejor.
   Te hace más feliz.
   Saludos.